BARCELONA, 1964 Marta Lastra

La obra de Marta Lastra propone al espectador una meditación sobre la subjetividad del espacio, donde el resultado no es un mero ejercicio de representación, sino que dialoga con los elementos constructivos del hecho pictórico.

Se sirve de recursos plásticos como la incorporación del collage o de planos superpuestos, a la vez que explora la expresividad de la pintura y la realidad de la fotografía.

 

Estudió Ciencias Empresariales y su tiempo libre lo dedicaba al dibujo y la pintura, donde se inició de manera autodidacta. 

A finales del 2010 se traslada a Madrid y durante dos años toma clases de pintura abstracta con Vicky Herreros y de retrato con Inés Losada.

En los siguientes años, amplía su formación con diversos monográficos sobre figura, collage y abstracción del paisaje, a la vez que acude al taller de Consuelo Chacón donde permanecerá durante todo su proceso formativo. 

La obra de Marta Lastra es un paseo por los diferentes lugares donde ella ha vivido, una mirada muy particular del entorno, tanto urbano como natural.

Construye el espacio con la experiencia, hace fotos, dibuja, pinta, acumula imágenes. Utiliza diferentes procedimientos técnicos y participa de todos los elementos expresivos que tiene a su alcance. Se sirve de recursos plásticos como la incorporación del collage o de planos superpuestos, a la vez que explora la expresividad de la pintura y la realidad de la fotografía.

Une la vida real con una vida creada, es un paisaje psíquico donde hay zonas que decide que estén y zonas que decide eliminar, zonas abstractas y zonas reales.

La obra de Marta Lastra propone al espectador una meditación sobre la subjetividad del espacio, donde el resultado no es un mero ejercicio de representación, sino que dialoga con los elementos constructivos del hecho pictórico.

UN LUGAR DONDE PERDERSE

por Consuelo Chacón

La exposición “Un lugar donde perderse“ es el resultado de los últimos años de trabajo de la artista, de su intento por definir el paisaje poético más allá de una experiencia contemplativa. Construye su obra a partir de una voluntad por evadirse de la lectura racional, de la objetividad, en pro de una participación lírica del mundo.

Marta Lastra aborda el concepto de paisaje desde una perspectiva contemporánea, interrogándonos sobre nuestra capacidad de emoción ante la naturaleza. Trabaja, como punto de partida, con espacios muy cercanos a ella, con lugares en los que se siente identificada. Sin embargo, la sutil forma de intervenir sobre ellos produce paisajes nuevos donde a la realidad se ha unido su experiencia.

Obra pictórica y fotográfica, desde la fotografía nos presenta la realidad objetiva para más adelante intervenirla con la emoción de la pintura. Así consigue que el espectador se sumerja en su obra, mostrándole un escenario en el que debe explorar para entender su mundo.

En definitiva, estamos ante una obra muy biográfica pero a la vez muy abierta a que el observador se reconozca en ella. Una obra llena de color y de texturas donde la artista despliega todos los recursos de la pintura actual.

 

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