Inauguración de Benet Sarsanedas (4 febrero 2011)

Benet Sarsanedas: ya sentíamos nostalgia de este «veterano» de la Sala Rusiñol. Con sus «Impresiones de un viajante», de nuevo podemos reposar en el movimiento plácido de la naturaleza que Sarsanedas —hombre de talante bondadoso— es capaz de plasmar con sus pinceladas impresionistas. Así son sus cuadros: naturaleza en movimiento.

Es el momento de conocer desde dentro al pintor. El perfil al que responde Sarsanedas es rápido. De tan sencillo que es, no es fácil arrancarle las respuestas (¡y las tiene!). Sencillo, pero se las mata callando: al final hemos sabido que, después de su afición principal —pintar— viene el ajedrez: le ayuda a despejar la cabeza. Éstas y otras «particularidades» las puedes descubrir en «4 apuntes de… Benet Sarsanedas».

Ignasi Cabanas presenta a quien, en realidad, no era necesario presentar. «Nos conocimos hace mucho tiempo, en un curso de pintura mural al lado del Monestir de Sant Cugat. Estamos hablando de hace veinticinco años, cuando los dos éramos jóvenes. Perdimos el contacto y nos volvimos a conocer a través de la Sala Rusiñol. Esta pincelada que hoy te vemos, ¿era así al comienzo?». La inauguración nos lo fue desvelando…

Josep Mª Cadena: «Hacía tiempo que no exponía en Sant Cugat: éste es un retorno por la puerta grande. ¡Gran exposición! Benet Sarsanedas es para mí el pintor del recuerdo. Nosotros vemos las cosas, adquirimos los conceptos sobre cómo son los demás, cómo es el entorno, pero pasan los meses, y de las cosas nos acordamos, pero no exactamente como las hemos visto, sino como las hemos sentido. Ese recuerdo de lo sentido en un momento es lo que encontramos en su pintura».

Benet Sarsanedas es hombre de pocas palabras: las justas para manifestar su alegría y agradecimiento por encontrarse con nosotros en la Sala Rusiñol. Algunos de los asistentes lograron arrancarle alguna palabra más. Preguntado por la gestualidad que denota su pintura, respondió que «pintar siempre es una lucha, porque siempre estás a punto del fracaso. Con esa lucha feroz sale esta gestualidad. No me gusta la pintura muerta». —«¿Por qué paisajes?». «Es lo que me gusta. El paisaje lo engloba todo».