Inauguración de Vives Fierro (3 febrero 2012)

3 de febrero del 2012: ni fríos ni nieves pueden aplacar la acostumbrada expectación que se genera cada vez que el genial Antoni Vives Fierro expone con nosotros. ¡Llenó, como siempre! Esta vez, por lo demás, Ciudades y personajes trae una novedosa propuesta del pintor —los «personajes»— que está gustando mucho, si bien en continuidad con su inconfundible estilo, marcado por el recurso al collage.

La esencia del «estilo Vives Fierro», de la mano de Josep Mª Cadena: «La sociedad puede ser muy caótica. Antoni Vives Fierro lo sabe y lo refleja con su pintura-collage. Aprovecha elementos muy diversos y que llegan como por azar a su conocimiento —ellos creen que van a la suya en las revistas de colores y de sociedad, pero el pintor las espera en el lugar justo por el que sabe que tienen que pasar— para que, situados individualmente fuera de contexto, creen una nueva dimensión pictórica. Todos sus elementos se basan en realidades que se pueden reconocer e identificar por sus propias características, pero gracias a él forman un nuevo conjunto».

Vayamos a los «personajes» que, en figura de niños, son la novedad de la propuesta que ahora admiramos: «Antoni Vives Fierro sabe navegar por la espuma de la vida y aprovecha las olas que el mar del pensamiento levanta para conectar con la dinámica que viene de las primeras miradas de la infancia (…). En esta exposición también tenemos la grata sorpresa de poder ver cómo interpreta a través de las formas de las criaturas el modo como tenemos que mirar hacia el exterior. De esta forma nos incita a renovarnos como personas y a desear una sociedad mejor».

Vives Fierro es preguntado por las muñecas. El tema de las muñecas —las vemos en tres cuadros de esta exposición— es para él algo ya clásico, aunque quizá estemos menos acostumbrados al mismo. Son de inspiración victoriana —tal como lo delatan los sombreros que llevan— y «vienen de lejos». Otra cosa, bien distinta, son los «personajes» representados bajo la figura de criaturas: son la novedad que nos ha traído ahora la insaciable creatividad de este artista, con la intención de leer —a su modo— la realidad (incluso cabeza abajo para ver las cosas del derecho).

Vives Fierro vive en el campo, pero pinta paisajes urbanos, ciudades. En su trayectoria han desfilado diversas urbes, destacando Barcelona, New York, París… Pero, ¿qué ciudad prefiere? La Habana, ¡así de claro! El motivo «oficial» es el idioma: compartir el mismo idioma ayuda a entender mejor a la gente y a su ciudad. También, por lo que a la Habana respecta, algo hay en relación al tabaco (habida cuenta que Vives Fierro es un amante de los puros…).