Inuaguración Tenorio (8 abril 2016)

Al entrar en la Sala Rusiñol no hace falta preguntar quién expone: es Tenorio, sin ningún género de duda. Ahí vemos los espectaculares paisajes urbanos, de ciudades perfectamente reconocibles, con enorme fuerza de color y “rematados” con el recurso del collage. Con la utilización de esta técnica el autor va más allá del mero realismo… En sus cuadros encontramos sentimientos, emociones…

 

“Crónica sentimental urbana” es el título de la exposición. El pintor explica el porqué: «No busco la técnica —la perspectiva, el color…, todo eso ya lo tengo ensayado—. Busco poner ahí emoción, sentimientos, despertar emociones a través de recuerdos y vivencias. En conjunto, esta pintura mía es un “imaginario”».

 

 

 

 

 

Josep Mª Cadena: «Tenorio es un pintor que atrae por la realización artística y también por la realización sobre ciudades que conocemos. Describe ciudades: aquí podemos ver mayormente Barcelona y New York, pero sin olvidar París, Londres, Venecia, Cadaqués… Por ejemplo, describe Barcelona, no la que nosotros vemos exactamente, pero sí la que imaginamos: con casas significativas que nos recuerdan el pasado y, a la vez, con coches que nos recuerdan el presente. En conjunto, hay un lazo de unión entre la historia —aquello que nos han explicado— y lo que vivimos ahora».

 

 

 

En medio de un extraordinario ambiente, el artista manifestó su agradecimiento hacia sus amigos y la Sala Rusiñol por tan gran acogida. Al mismo tiempo, puestos a “pintar” sentimientos, quiso dedicar la exposición a su esposa, diciendo: «Si esta exposición fuese un libro, en la última página pondría: “A Tony”».

 

 

 

¿Qué decir del uso del collage? Según el autor, no es para crear estructuras, sino para dar mensajes. El Sr. Cadena insiste: «En la obra de Tenorio los collages son importantes, no como fórmulas complementarias en relación a unas estructuras, sino por ellos mismos, por lo que sugieren». ¿Qué decir de los colores? Le preguntan: —«Ante escenarios tan diversos —Barcelona, Nueva York, etc.— y usando la misma tonalidad, ¿cómo consigues captar la luz de cada lugar con tan pocos elementos?». Nos explica que los colores que usa son el amarillo-ocre, azul-ultramar y rojo. Se acerca mucho a los colores básicos. A partir de ahí va mezclando y hace una paleta más o menos armonizada y, entonces, le resulta fácil introducir luces, subir colores… «La vida no la veo de color rosa, pero la veo en colores, ¡sin que falten los grises!», remató.