Inauguración Tatiana Blanqué (5 abril 2018)

 

 

 

Josep Mª Cadena: “Tatiana ha conseguido traernos la primavera a la Sala Rusiñol”. Y inicia su comentario explicando que Tatiana es una artista muy exigente  y de mucha proyección tanto en Cataluña como en el extranjero. Explica al público que realiza una obra que tiene mucho interés ya que se trata de una obra figurativa con una gran significación. Seguidamente habla de los árboles y de su simbología antropológica.

 

 

 

 

 

 

 

Sin dejar de lado los árboles, explica que son la representación de todos nosotros, de la sociedad. El árbol también representa la familia y, igual que el ser humano, nace, crece y se desarrolla. En cada uno de estos cuadros, y a través de los árboles, se representa un sentimiento de la artista que el espectador puede hacer suyo ya que estos cuadros están abiertos a las sensaciones de todos.

 

 

 

 

 

 

 

Finalizado el parlamento, Tatiana comienza agradeciendo la asistencia del público y, seguidamente, nos explica que su trabajo no trata de árboles ni de paisajes en sí, sino que el trasfondo, la razón de ser, es la antropología. El árbol forma parte de la naturaleza y la naturaleza es el ámbito más auténtico que tenemos en la sociedad. “Trabajo muy lentamente, como lentamente crece la naturaleza, y en este sentido hay un paralelismo. El título de la exposición da una pista muy clara de lo que busco”.

 

 

 

 

 

 

Llega el turno de las preguntas. Así, uno de los asistentes pregunta: ¿Cómo has llegado a querer pintar árboles? Antes de los árboles hacía arquitecturas, responde. Pero tenía la necesidad de salir hacia          fuera y con los árboles encontré la forma de hacerlo. Otro de los presentes también pregunta: ¿Hay cierta influencia japonesa en tu dibujo? Creo que ella me ha encontrado a mí y yo la he investigado. Me interesa su filosofía de vida. El caminar poco a poco y disfrutar de lo que tenemos, me interesa especialmente.