GIRONA, 1962 Toni Cassany

La suya es una pintura muy intensa que abarca, con una amplitud sobrecogedora, la geografía ampliamente variada de nuestra tierra y nos ayuda a sentirnos miembros de una misma comunidad humana.

Es una pintura poderosa, de suntuosa simplicidad, cristalizada a través de un esencial tratamiento de la luz.

BIOGRAFÍA

Toni Cassany empezó a pintar profesionalmente en 1998. Desde muy joven había aprendido el oficio de manos de grandes maestros. La escuela donde estudió contaba con buenos profesionales: Perpiñán, Fita, Julià Cutiller, Villa. De pequeño ya participaba en concursos de dibujo y pintura donde iba ya menudo los ganaba.

Sin embargo no se decidió por esta profesión y estudió Filología Hispánica en las Universidades de Granada y Santiago de Compostela. Los conocimientos del arte de la palabra siempre le ayudaron a la hora de entender el arte del color y las formas. Finalizados estos estudios volvió al arte plástico. De manos de la pintora gerundense María Rosa Ferrer, Toni Cassany volvió a coger los pinceles. Después de un primer año de trabajo intenso (1989) llegará la primera exposición individual (enero 1990) donde mostró lo mejor de su producción: acuarelas, dibujos con tinta china y aceites. Los aceites llamaron mucho la atención al público lo que hizo que se decidiera por esta técnica aunque nunca ha abandonado las otras. A esta exposición asistió el pintor Lluís Roura. El maestro ampurdanés le felicitó y la animó a pinta día tras día, sin descanso. Cuando Toni lo llamó para agradecérselo lo, en Roura le invitó a su estudio. Este encuentro cambió su vida artísica porque aquel atardecer recibió la mejor lección de pintura que nunca hubiera podido pedir. Fueron los minutos mejor aprovechados de toda mi carrera artística, en palabras del artista. Nunca más olvidaría aquella lección tan sencilla ya la vez tan importante. Años más tarde, con motivo de la inuaguración de su exposición número veinte, Toni tuvo unas palabras de recuerdo de aquella lección y se declaró discípulo del maestro ampurdanés.

Desde entonces ha ido realizando exposiciones ininterrumpidamente. Llegaron los años de consolidación del oficio. Años donde, además, practicó nuevas facetas artísticas que la enriquecieron como artista: el diseño gráfico, la ilustración de libros y diversas publicaciones. Fruto de esta última etapa han sido dos libros ilustrados con obra suya: Pueblos del Baix Empordà (1998) y Recortes de prensa para el atardecer (2006).

Nunca ha dejado las exposiciones. En la actualidad cuenta con más de veinte exposiciones individuales e innumerables de co · lectivas. Encontramos obra suya en colecciones privadas de toda España y varios países de Europa y América.

TONI CASSANY

por David Pagès i Cassú

Toni Cassany ve la pintura como una forma de comunicar el mundo interior. Del paisaje, él busca la sensación que transmite. No quiere limitarse a mostrar la realidad tal y como es, sino tomar la emoción que nos quiere transmitir. Tras este objetivo, bien logrado, hay muchas horas de trabajo, ilusión y perseverancia.

Los paisajes del Empordà son los protagonistas de la mayoría de sus cuadros. Los conoció muchos años atrás, cuando por circunstancias profesionales se desplazaba a diario a la comarca. Muchos lugares le causaron una gran atracción: las marismas, la bahía de Roses, las casas de Cadaqués, el macizo del Montgrí, Llafranc… y Calella de Palafrugell. También la llanura y las montañas, los sembrados y las cosechas, los colores y las luces, el aire y los olores… y, por supuesto, la indómita y regeneradora tramontana.

El estilo propio de la obra de Toni Cassany se define, de forma muy clara, en un aspecto concreto y preciso: el tratamiento de la luz. El impacto de color puede ser muy espectacular, pero no busca tanto el espectáculo visual como la emoción transmitida. Y esa emoción aumenta cuando se logra el contraste entre las sombras y la luz. En esta cuestión también ha querido encontrar su territorio y su personalidad pictórica. Al mismo tiempo, también pretende llegar a una resolución más realista, concreta y precisa del primer término. Aquí es donde él se arriesga más y donde logra lo mejor de su técnica.

Se encuentra muy cómodo en la composición, en la distribución de volúmenes. Excele en ello, lo que le permite hacer que la mirada que mima sus cuadros vaya dirigida hacia donde pretende. Muchas veces la hace vagar hacia el infinito, caminando acompañada por la forma de las nubes, campos, árboles… hasta perderse en un punto impreciso, donde se encuentran cielo y tierra. La profundidad, nunca mejor dicho, es esto. Y es que Cassany busca el infinito, en la pintura y en el alma.

LOS PAISAJES EXPLENDOROSOS DE TONI CASSANY

por Josep M. Cadena

El pintor gerundense Toni Cassany cumple treinta años de presencia pública como artista y quiere que compartimos con él, en la Sala Rusiñol de Sant Cugat, la satisfacción que siempre ha encontrado en representar el paisaje como motivo de introspección humana. Realista como es, su inspiración nace de los constantes cambios de la naturaleza, que a él le sirven en primer lugar para describir lo que ve, pero que en el fondo son oportunidades para tratar de entender como somos las personas que actuamos en este escenario de formas y colores. La suya es una pintura muy intensa que abarca, con una amplitud sobrecogedora, la geografía ampliamente variada de nuestra tierra y nos ayuda a sentirnos miembros de una misma comunidad humana.

El mar y la montaña, los verdes y los rojos de los suelos que germinan o se preparan para hacerlo, los campos de trigo que agita el viento, los olivos que son hitos de un camino de progreso, los cielos vastísimos que con sus claridades establecen sensaciones de espiritualidad, las horas oscuras que imponen reflexiones de rectificación en relación a los errores cometidos, los girasoles y las amapolas, los almendros en flor, los pueblos con la torre elevada de la iglesia a modo de faro que guía, los cipreses a un lado de la carretera que nos avisan de que todo se acaba … He aquí, manifestado en palabras que por fuerza se quedan cortas frente a las formas de decir que nos ofrece Toni Cassany, una muestra de la muy destacada paleta del pintor.

Sus cuadros exhiben la naturaleza en plena lozanía, con verdes que son un canto a la vida que continuamente se renueva, blancos que transmiten pureza y delicadeza, dorados que son sinónimos de riqueza, azules que expresan ansias de elevación y rojos que remiten a la lucha a menudo violenta para no sucumbir, pero también detectamos la presencia humana, que se nos presenta bien integrada, como corresponde a una coexistencia inteligente a la que debemos tender.

En estos treinta años de pintura que ahora celebra, Toni Cassany acertó a construir una personalidad artística propia, aprovechando su pasión por las esencias del paisaje, que ha canalizado dentro de un postimpresionismo de raíces naturistas que ha dado lugar a una depurada y altamente sensible dicción. Profundamente sincero, se cuenta con una ajustada eficacia que, a la vez que informa, conmueve.

Joan Mª Puigvert

Crítico de arte, poeta y profesor de Literatura

Por muchas y ricas razones, la pintura de Toni Cassany es una pintura admirable.
Es una pintura poderosa, de suntuosa simplicidad, cristalizada a través de un esencial tratamiento de la luz.
Es una luz que se respira, con un exceso de oxígeno y verdor. Una luz que se construye contra los perfiles. Una luz que hace existir el paisaje donde se despliega su cromatismo tierno y preciso, con una exaltación sin pompa. Con nervio y dulzura.
Una luz que da fe de la realidad. Que nos da la vez alas y aliento. Una destilación de la pupila.
Vemos cielos ras del suelo, vemos paisajes subyugados, pero sobre todo sentimos el enigmático magnetismo de la naturaleza brillante entre la mirada y el horizonte.
Es una pintura escrita con modulaciones musicales, con pincel rápido, intuitivo, valiente. Una pintura donde la belleza bull. Una pintura que quiere ser una verdadera búsqueda de la verdad.
El artista es un hombre noble, y de una escrupulosa pulcritud.
Su pintura está llena de sabiduría. Admirarla es un lujo. Poseerla, un privilegio.

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