Joaquim Mir. Exposición antológica 1873-1940

Hasta el próximo 26 de abril puede visitarse en Caixaforum de Barcelona la exposición «Joaquim Mir. Antológica 1873-1940». La muestra, comisariada por Francesc Miralles, reune un total de 80 obras (entre óleos, pasteles y dibujos) y se complementa con un audiovisual a partir de imágenes grabadas por el propio artista entre 1930 y 1936.

Hay que hacer mención al hecho de que la mayoría de las obras pertenecen a colecciones particulares, de forma que doce de ellas no se habían visto nunca y el 50 por ciento no se había expuesto antes en Barcelona. A partir del 11 de Mayo la muestra viaja a Bilbao donde podrá verse en el Museo de Bellas Artes de la ciudad.

Hijo de los propietarios de un negocio de bisutería y mercería, Joaquim Mir comenzó sus estudios de peritaje mercantil que abandonaría para dedicarse a la pintura. Se inició pintando la vida en las calles de Barcelona donde formó parte del «Grupo del Azafrán» junto  a Joaquim Sunyer, Isidro Novell, Ricard Canals o Ramon Pichot. Los temas suburbiales y los que reflejan la dura vida en el campo son los que más le interesan en este momento. «El huerto del rector», «El huerto y la ermita» o «La catedral de los pobres» son las obras más características de este periodo.

Cada vez más interesado por el color que por la forma, fue al instalarse en Mallorca en el año 1900 cuando pasó de la pincelada entre impresionista y puntillista al estallido de luz y color que caracterizan la obra de Mir. De esta época destacan obras como «L’Abim» y «La Cala encantada», grandes telas que transportaba hasta la playa y que incluso sujetaba con cuerdas para poder plasmar toda su furia creativa. Fue en una de estas sesiones cuando en pleno delirio creativo un accidente le desequilibró mentalmente. Como consecuencia de este episodio estuvo dos años ingresado en el instituto psiquiátrico de Reus. Superados los problemas de salud inicia la etapa de sus paisajes del Camp de Tarragona, donde se trasladó junto a sus padres en 1907. A partir de ese momento los pueblos de l’Aleixar y Maspujols, inspiraron muchos de sus cuadros. Tras contraer matrimonio en 1921 se instaló definitivamente en Vilanova y la Geltrú.