Inauguración de Carlos Díaz (9 mayo 2014)

¡Carlos Díaz! Un artista muy esperado en la Sala Rusiñol. Finalmente, con motivo de nuestro 28 aniversario, Carlos Díaz —por primera vez— está con nosotros. Su magnífica obra llena las 3 salas de nuestra galería. Tal como él mismo lo explicó, es en la planta de abajo (salas 2 y 3) donde contemplamos su obra más íntima: rincones tocados por el juego de la luz, de la “Luz robada”…

Hecha una breve presentación, Ignasi Cabanas cede la palabra a Josep Mª Cadena. La primera parte de su disertación ha sido una felicitación dirigida a la Sala Rusiñol: “Estamos satisfechos por haber llegado a una nueva etapa: ¡28 años! En la trayectoria de esta galería captamos un respeto por la pintura, porque no es trabajada como una experimentación —tratando cosas más bien “aleatorias”— sino buscando la realidad; una realidad que es múltiple, variada, diversa en cada momento. Es como el mar donde las olas son un concepto preciso (“olas”), pero a la vez son siempre diferentes”.

Sigue una disertación de Cadena sobre la función de las galerías de arte: “Recogiendo la famosa afirmación de Churchill sobre la democracia (el menos imperfecto de los sistemas políticos), podemos decir que la relación del pintor con las galerías quizá no es perfecta, pero es la mejor que existe. Ellas defienden a la pintura, a los pintores, a los coleccionistas y al arte como un hecho. ¡Felicidades, Sala Rusiñol!”.

En la segunda parte de su intervención, Josep Mª Cadena se centró en la persona de Carlos Díaz. “¡Es un pintor figurativo! Recuerdo que sus primeras exposiciones llamaban la atención: pintaba las cosas que existían, cosas que teníamos a nuestro alcance. Iba contracorriente, ya que se suponía que la gente joven tenía que experimentar. Realmente, él ya experimentaba: explicaba la realidad de manera sencilla… ¡Buena exposición para celebrar este 28 aniversario!”.

Carlos Díaz expresó su gratitud hacia la Sala Rusiñol y se sumó a la felicitación por sus 28 años. También agradeció las palabras del Sr. Cadena. A la vez, explicó la composición de su exposición. En la planta superior de la Sala encontramos la parte más paisajística de la colección: arquitectura y geografía. Abajo tenemos la parte más personal, donde se nos muestra más íntimamente. Ahí captamos la luz como el motor de su obra. “Llegar a encontrar la luz es el hecho prioritario”. Definió su obra técnicamente como de un realismo “interior”, es decir, pasado por su filtro: un “realismo contemporáneo”.