VIC, 1934-2013 Fidel Bofill
Incorporó a sus obras todos los elementos plásticos a su alcance, con influencias de un gran abanico de estilos, desde el postimpresionismo hasta la abstracción más pura.
Su arte nace de una síntesis de colores exacerbados y de la abstracción, que resuelve con masas y manchas de color.
LA VISIÓN AMPLIAMENTE PICTÓRICA DE FIDEL BOFILL
por Josep M. Cadena
Fidel Bofill (Vic, Osona, 1934) es uno de los valores de la actual pintura catalana, perfectamente consolidado, pero con constante afán renovador en cuanto a la expresión. Ahora lo tenemos en la Sala Rusiñol de Sant Cugat y aprovecha la ocasión para presentar la obra literaria Colores de Anton Carrera, el cual se ha inspirado en la variedad y sentido de equilibrio de su paleta.
La formación de Fidel Bofill fue progresiva, dentro de lo que era el ambiente de tronado clasicismo que por circunstancias de la edad de formación se encontró. Sus tiempos, como los de muchos otros, fueron los del color de ala de mosca muerta como, según he leído hace poco, definía el país el escritor y académico Francisco de Ayala (recientemente fallecido) a su regreso a España después de años de exilio. Pero Fidel Bofill, pintor y ceramista, interesado y practicante de diversas técnicas artísticas, supo conectar con el impresionismo y conectar a través de él con el impulso creativo de las transvanguardia que, poco a poco, nos llegaban.
Nuestro pintor es y ha sido un paisajista revitalizador. Del mismo modo como la Naturaleza se renueva dentro del ciclo de las estaciones, Fidel Bofill ha observado su entorno para captar sus gracias, a la vez que le transmitía los sentimientos que cada vez sentía crecer en su interior. Buscaba y encontraba, pero como nunca se ha sentido satisfecho con esta primera acción, después volvía a buscar donde había encontrado. Y en esta posición sigue, consciente de que la materia tiene en ella infinitas posibilidades para encontrar nuevas armonías y diferentes registros que hay que explorar.
Gran viajero, persona consciente de que cada lugar tiene una manera de expresarse y que todas pueden confluir en la que se siente como más propia, Fidel Bofill es internacional sin dejar de ser muy de aquí, de Cataluña en general y de Osona en particular. Cuando vemos uno de sus cuadros -entre ellos los que ahora aquí expuestas lo sentimos nuestro, pero también lo podemos ver, ágil de pensamiento, conectado con unos ambientes que nos hacen ampliamente representados en los otros y sus embajadores entre nosotros. El sentimos próximo y acertado intérprete de lo que reconocemos como más propio, pero también lo vemos siempre dispuesto a enseñarnos lo que marca diferencias que son enriquecedoras para el espíritu.